El Global Recycle Standard (GRS) tiene como objetivo asegurar el contenido reciclado en un producto. Certifica que todos los procesos de producción en toda la cadena de suministro han sido sometidos a las medidas adecuadas para garantizar la integridad del producto final. Además de monitorear el contenido reciclado que ingresa en un producto terminado, la norma también aborda cuestiones relacionadas con criterios ambientales y sociales.

El GRS se basa en un principio de seguimiento y rastreo que utiliza un sistema basado en certificados de transacción similar a la certificación orgánica para asegurar el nivel más alto de integridad. Esto actúa como un mecanismo de monitoreo y control en toda la cadena de valor de los productos finales certificados.