Piénsalo, ¿de verdad necesitas comprar en Black Friday?
Por el Equipo Moda Impacto Positivo by Slow Fashion Next.
Imagen de Portada: Foto por twenty20photos en Envato.
Black Friday
La Semana Black Friday se acerca y con ella, un período caracterizado por agresivos descuentos en escaparates y tiendas online. Los compradores se ven cegados ante semejantes ofertas y poco o nada se paran a pensar sobre qué consecuencias puede tener esta fiesta del consumismo.
Desde hace ya varios años, se está creado una cultura de consumo en la que los nuevos consumidores de Asia y Latinoamérica están copiando de los países desarrollados. Los países desarrollados crecieron siguiendo criterios económicos del siglo XX. Factores como la sostenibilidad o el bien social no se tenían en consideración en una época en la que primaba por encima de todo generar riqueza para sacar adelante la industria.
Los países desarrollados por lo general, no han sabido adaptar las nuevas tendencias de consumo a las necesidades del planeta. Se han dedicado a centrar todos sus esfuerzos en continuar generando riqueza a toda costa, siguiendo los modelos propios de la revolución industrial.
Black Friday es una festividad que alimenta el consumismo, y no podemos olvidar que este afán de comprar por comprar tiene consecuencias humanas y medioambientales.
Razones por las que no deberías comprar en Black Friday
Alimenta nuestra ansiedad como consumidores
Las marcas saben de la existencia de esta ansiedad por comprar, lo cual las ha animado a convertir un solo día (Black Friday), en una Semana Black Friday, que culmina en Cyber Monday.
Por la fecha del año en la que se da este acontecimiento, la gente cae en el error de comprar regalos para Navidad. Piensan erróneamente que van a gastar menos dinero, cuando lo cierto es que, en realidad, terminarán gastando más dinero que si hubieran comprado en época normal. Pero la mente humana funciona así.
La consecuencia de este consumismo descontrolado es un incremento en los niveles de ansiedad de los propios compradores. Cuando sienten que un bien tiene existencias limitadas, los niveles de estrés y ansiedad se disparan ante la idea de que otra persona pueda llevárselo en su lugar. Es entonces cuando el deseo se convierte en necesidad, y para calmar los niveles de ansiedad, es urgente realizar la compra. Así podemos explicar que carteles como “hasta fin de existencias” o “unidades limitadas” sean tan populares en períodos de rebajas.
Genera desperdicio y contaminación
Pensemos que cada producto que compramos nos lo han entregado en una bolsa, y vendrá dentro de un packaging. Este packaging ha estado previamente en una caja de cartón que a su vez ha sido embalada con materiales plásticos. Puede ser ilimitada la cantidad de residuos que generamos con nuestras compras.
Si dejamos de comprar, estos productos no se venderán, por lo que no habría necesidad de fabricar ni distribuir ejemplares nuevos. También tenemos que considerar todos esos regalos innecesarios que quizás compramos porque están baratos, no porque al destinatario le vaya a hacer especial ilusión. Esos regalos de hoy, será la basura de mañana.
Piensa también que el 50% de compras que se hacen en el Black Friday se devuelven, con las consiguientes emisiones de CO2 de esta logística inversa, afectando a la calidad del aire que respiramos y con un alto impacto negativo en nuestra salud, no tiene sentido ¿verdad?
Cuando las empresas se den cuenta de que los consumidores demandamos otro tipo de compras, será cuando reaccionen; es responsabilidad de todos poner fin a esta situación.
No genera empleo de buena calidad
Esta semana que festeja el consumismo por todo lo alto, genera empleo. Largos turnos de trabajo, salarios bajos y contratos temporales son las características de los empleos que se generan en esta época del año. Todo ello, con el estrés que esto genera en el trabajador.
Legitima un sistema de producción inhumano
Muchos productos procedentes de compañías multinacionales de gran consumo son fabricados por trabajadores en condiciones precarias, que cobran por su trabajo menos de lo que deberían.
Piensa que cada vez que compras algo que no necesitas, estás apoyando este sistema que lucha en silencio por una mejora de las condiciones laborales.
En ocasiones, se da la existencia de precios fraudulentos
Existen asociaciones de consumidores que denuncian prácticas fraudulentas en la fijación de precios. Estas prácticas consisten en subir los precios semanas antes del período de rebajas para que cuando éstas lleguen, el supuesto precio rebajado sea el original. De esta manera, muchas marcas no pierden margen mientras que los compradores piensan que han comprado una ganga cuando en realidad no es así.
Esto fomenta la competencia desleal, saliendo perjudicados aquellos negocios que fijan sus precios de manera correcta.
Parte de la mercancía es de gama baja
¿Cuántas veces nos ha pasado, que vemos en un escaparate algo estupendo a un precio muy rebajado y al entrar en la tienda vemos que lo del escaparate era lo único bonito de toda la tienda?
No nos dejemos engañar por los descuentos, y prestemos atención a si necesitamos lo que vamos a comprar y si la calidad merece la pena.
Si sientes que fue barato te parecerá una compra rentable, pero puede que nunca lo utilices y por lo tanto, que en realidad hayas malgastado tu dinero.
Es perjudicial para una economía caracterizada por la incertidumbre derivada de la crisis del COVID-19
Este año, estamos preparados para ver descuentos especialmente agresivos. Estos, serán causa de la gran cantidad de stock de la temporada otoño/invierno que no se ha vendido por la gran incertidumbre existente y cancelaciones de todo tipo de eventos.
Si nunca se deben comprar cosas que no se necesita, este año con más razón, ya que la probabilidad de que efectivamente no lo vayamos a usar se multiplica.
#YoCompro #YoDecido
Como venimos haciendo en Slow Fashion Next desde nuestros inicios, os animamos a realizar un consumo consciente y un consumo local, en pequeñas empresas, en tiendas de barrio y de diseñadores emergentes, para desarrollar así entre todas y todos una actitud slow fashion que nos lleve a un consumo cada vez más responsable.
Recuerda la gran importancia y valor que tiene tu decisión de compra ya que, 1 compra es 1 voto, y así fomentas y mantienes un tipo de comercio u otro.
Te animamos a decirle a la industria que este no es el modelo que quieres #NoBlackFriday, a no comprar y decir a las marcas que lo que queremos son empresas responsables y empresas que además de dar valor con los productos que fabrican, cuiden el medio ambiente y las personas que los hacen.
Te animamos a unirte así a nuestra campaña #yocompro #yodecido.
Y tú, ¿tenías pensado comprar en Black Friday? ¿Qué otros motivos conoces para no apoyarlo? ¿Apostarías antes por comprar en el comercio local y en marcas con impacto positivo?
¡Súmate al cambio!
