¿Sabes cómo viajar de manera más sostenible? Te lo contamos en el 5º artículo de los #RetosMIP

Artículo escrito por el Equipo Moda Impacto Positivo by Slow Fashion Next en junio 2019 relanzado en junio 2022.

Imagen de portada: Anfiteatro de Arles, Francia.

En este artículo de los #RetosMIP, descubrirás de la mano de Miriam Cano, Fundadora de Fashion Changemakers, a través de su viaje por Francia, como es posible y más fácil de lo que podamos imaginar realizar nuestros viajes de manera sostenible.

Ya has hecho un montón de cambios en tu vida diaria hacia una vida más consciente y sostenible, pero ¿cómo mantener ese estilo de vida al viajar este verano?

Debido a mi proyecto, Fashion Changemakers, donde pongo en valor prendas que han quedado en el desuso y las vuelvo a introducir en el mercado, suelo recorrer tiendas y mercadillos de segunda mano. Un par de veces al año intento salir de mi rutina y descubrir nuevos lugares. Uno de mis destinos ha sido los fantásticos pueblos y paisajes del Ampurdán y la Provenza.

Pueblo en La Provenza, Francia.

Comencé mi viaje en tren rumbo a Figueres para unirme a la Expedición Lifestyle, un viaje organizado por Expedición Polar que aúna turismo, estilismo y fotografía.

Como sabrás, lo más sostenible a la hora de desplazarnos es usar el transporte público, y el tren es el medio de transporte con menor emisión de CO2 por unidad transportada. Así que al ir en tren, mi trayecto Madrid-Barcelona generó unas emisiones de 13kg de CO2 frente a 70kg si hubiera hecho la misma ruta en avión. Además, al unirme a un viaje con más personas también lo hice más sostenible, pues al compartir alojamiento y gastos pudimos disfrutar de una preciosa masía, y al compartir coche ahorramos emisiones de CO2 y gasolina en nuestros desplazamientos cortos.

Con ellas y sus risas, visité mercados vintage a pie de carretera con innumerables tesoros por descubrir. Vale la pena ir a estos lugares con mucho tiempo y la mente abierta, pero sobre todo con dinero efectivo y un buen maletero!

Objetos que compramos en el mercado de Celrá.

La mayoría de las tiendas y mercadillos vintage en los que compro son sitios cotidianos sin pretensiones, donde los objetos se amontonan y las oportunidades abundan. En mercados como los de Celrá puedes encontrar objetos de decoración y ropa increíbles a un precio fantástico. Yo de paso aproveché para comprar vestidos antiguos para Fashion Changemakers.

La alimentación es un tema complicado al viajar, sobre todo si eres flexi-vegana como yo, aunque yo prefiero decir que ¡soy vegana cuando me da la gana! Bromas aparte, siempre intento mantener mi alimentación y tuve la suerte de contar con las recetas y la deliciosa comida saludable de Chloé Sucré de BeingBiotifol. Con ella, recorrimos pequeños mercados comprando productos locales que cocinamos entre todas.

Una de nuestras visitas al mercado.

Al terminar la Expedición, seguí mi viaje en tren hacia Montpellier, donde continuaría el viaje con mi familia. Curro y Linda esperan la llegada de Nora en pocos meses, así que les llevé ropita de bebé que compré en tiendas de segunda mano. Los bebés crecen tan rápido que casi no les da tiempo a usar la ropa, así que es genial poder reutilizar este tipo de prendas y minimizar el impacto de la industria textil en el planeta.

Ellos llevan un estilo de vida muy consciente y sostenible, él es consultor en energía sostenible y sus pequeñas acciones cotidianas están estudiadas para generar el menor impacto en el medio ambiente.

Al llegar, fuimos a su huerto urbano, recogimos verduras de temporada y cocinamos lo que acabábamos de recolectar. Luego estuvimos horas charlando sobre lo que podemos hacer para minimizar nuestro impacto, con pequeños gestos como barrer en lugar de pasar la aspiradora para reducir el uso de la electricidad.

Verduras que recogimos del huerto.

Sincronías de la vida, descubrimos que ese día había un mercadillo en la ciudad con objetos y ropa de segunda mano. Terminé comprando un regalo para una amiga en Chic et Bohéme, un restaurante y tienda vintage, o como ellos dicen “Brocante & Cantine”.

Para visitar los pueblos de La Provenza, pedimos prestado el coche a una amiga. Así los días que ella no lo usaba, nosotros podíamos hacer nuestro viaje y ella se beneficiaba de disfrutar del depósito de gasolina lleno y de un delicioso vino local 🙂

Calle en La Provenza.

Gracias a ese intercambio, pudimos visitar pueblos como Arlés, Les Baux de Provence, Aix en Provence y Marsella, olvidándonos de las autopistas y recorriendo pequeñas carreteras con encanto que atravesaban el paisaje natural de La Provenza. En el camino aprovechamos para comprar productos locales de temporada y hacer un rico picnic.

En cada pueblo aproveché para visitar las tiendas de segunda mano y hacer algunas compras. Os recomiendo visitar La Maison d’Emmaüs en Aix en Provence, encontré una preciosa chaqueta de piel sin estrenar y unas sandalias increíbles.

Estoy harta de oír que la ropa sostenible es demasiado cara, por eso me dedico a buscar las mejores prendas en tiendas de segunda mano, para demostrar que sostenibilidad, tendencia y precio sí pueden ser amigos.

Chaqueta que compré en La maison d’Emmaüs por 60€. Fotografía de Ana Pizarro.

Por toda Francia hay tiendas Emmaüs que venden ropa de segunda mano para financiar la labor de la asociación. Me gusta comprar en estas entidades porque mi dinero sirve para financiar proyectos en los que creo.

¿Sabías que en España cada ciudadano genera una media de entre 12 y 14 kilos de residuos textiles al año? Por ello es tan importante darle una nueva oportunidad a la ropa usada, así al reutilizar lo que ya existe, no usamos nuevos recursos del planeta y dejamos de generar esa enorme cantidad de residuos textiles.

Sandalias que compré en La maison d’Emmaüs por 10€ y no pienso quitarme en todo el verano. Fotografía de Ana Pizarro.

Si pasas por Marsella no olvides visitar Rita, allí puedes comprar ropa de segunda mano mientras comes algo rico, ¡yo no pude resistirme con este precioso vestido de verano!

Vestido que compré en Rita por 25€. Fotografía de Ana Pizarro.

Para terminar os dejo con algunos consejos para viajar sostenible:

  • Usa transporte público siempre que sea posible, y sino, opta por un coche compartido, así reduces tu huella de carbono. Evita el avión siempre que puedas.
  • Come productos locales de temporada, y si el tiempo te lo permite disfruta de un picnic en algún parque, es más sostenible, económico y saludable. No olvides depositar tus residuos en contenedores de reciclaje.
  • Consume en pequeñas tiendas locales, así apoyas a los emprendedores locales.
  • Consulta las tiendas de segunda mano que hay en la ciudad, puedes acceder a ropa y objetos de calidad y buen precio.
  • Lleva tus propios envases reutilizables, sobre todo un gran termo con agua fresca para hidratarte mientras paseas y algunas bolsas de tela.
  • Viajar en grupo te permite compartir gastos de alojamientos y transporte. Si vas en viaje programado, hazlo con empresas responsables que fomenten el turismo slow.

Espero haberte inspirado a viajar de forma sostenible, dejando las prisas en casa y abriéndote a descubrir la belleza de la vida slow allá por donde vayas.

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