La moda sostenible se presenta como una alternativa ética, pero ¿Cómo enfrenta la industria textil los desafíos de los abusos a los derechos humanos? Exploramos la urgente necesidad de rendición de cuentas empresarial, impulsando desde la producción sostenible hasta la defensa de los derechos fundamentales.
La industria de la moda está experimentando una transformación hacia la sostenibilidad y la responsabilidad social, y entender los derechos humanos en el contexto empresarial es esencial.
En un sector donde la sostenibilidad debería ser sinónimo de responsabilidad, la falta de mecanismos efectivos permite que algunas empresas evadan su deber de proteger los derechos humanos. Desde la dependencia de Estados hasta la falta de regulaciones efectivas, la moda sostenible enfrenta desafíos significativos.
La moda sostenible debe unir la producción responsable y la defensa de los derechos humanos
Artículo escrito por el equipo Moda Impacto Positivo by Slow Fashion Next.
¿Cuáles son los derechos humanos en una empresa?
La moda sostenible no sólo se trata de crear prendas responsables con el medio ambiente; también implica asegurar que cada eslabón de la cadena de suministro respete los derechos humanos. Las condiciones laborales justas son esenciales. Esto va más allá de salarios dignos; implica proporcionar un entorno laboral seguro, condiciones de trabajo saludables y respeto por la dignidad de cada empleado. La capacitación y formación se vuelven herramientas cruciales para empoderar a los trabajadores y comunidades indígenas, brindándoles las habilidades necesarias para prosperar y contribuir de manera significativa al proceso de producción y a la toma de decisiones.
Además, las empresas deben establecer sistemas de gestión interna para garantizar que estas políticas se apliquen y se vigilen en todas las etapas de la cadena de suministro, más allá de las fronteras.
A pesar de los avances en la moda sostenible, la trágica historia de Rana Plaza sigue resonando. Las investigaciones de la Unión Europea sobre irregularidades en empresas textiles revelan que aún existen obstáculos significativos. Las comunidades luchan contra la ineficacia de los sistemas jurídicos y las poderosas alianzas entre el Estado y las empresas, evidenciando la urgente necesidad de una rendición de cuentas más sólida. Se nos cae el alma a los pies cada vez que recibimos noticias de estas características. ¡Aunque la clave siempre está en aportar soluciones!
Las empresas pueden comprometerse con los derechos humanos a través de la prevención, adoptando la diligencia debida como requisito legal, asegurando la rendición de cuentas por abusos y garantizando que las personas afectadas tengan acceso a recursos efectivos.
¿Cuáles son los 4 principios rectores de los derechos humanos?
La Declaración Universal de los Derechos Humanos expuso cuatro principios básicos:
En primer lugar, es crucial entender que estos derechos no son infinitos, sino más bien limitados y pueden variar entre diferentes culturas. Esto nos lleva al segundo punto: la universalidad de estos derechos no significa que deban aplicarse de la misma manera en todas partes. Al contrario, se alienta la adaptación a contextos culturales específicos, reconociendo y respetando las diferencias. En tercer lugar, es como un recordatorio de que estos derechos básicos están interconectados, y para que realmente cobren vida, debemos abogar por todos ellos de manera integral. Y finalmente, entra en juego el principio de subsidiariedad, que sugiere que la implementación efectiva debe comenzar a nivel local siempre que sea posible, escalando a niveles superiores solo cuando sea necesario.
Estas lecciones no sólo nos enseñan sobre la diversidad y la adaptabilidad, sino que también subrayan la importancia de aplicar los derechos humanos de manera justa y contextualizada para construir un mundo donde cada individuo pueda vivir con dignidad y respeto.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible ofrecen soluciones a las empresas para cumplir los derechos humanos
Desde la igualdad de oportunidades hasta la erradicación de la discriminación, estos principios son la base sobre la cual se construye una empresa comprometida con el bienestar de sus empleados y socios. Podemos observar cómo los Objetivos de Desarrollo Sostenible nos ofrecen una guía para implementar prácticas que fomenten la defensa de los derechos humanos:
El ODS 1 pretende poner Fin a la Pobreza: La moda sostenible busca erradicar la explotación laboral y garantizar salarios dignos, contribuyendo así a reducir la pobreza en las comunidades productoras.
ODS 5: Igualdad de Género: La moda ética promueve la igualdad de género al proporcionar condiciones laborales justas y oportunidades equitativas para mujeres en toda la cadena de suministro.
El ODS 8 impulsa un Trabajo Decente y Crecimiento Económico: Esta aboga por empleo digno, condiciones laborales seguras y un crecimiento económico equitativo en las comunidades locales.
ODS 13: Acción por el Clima: La moda sostenible aborda la huella de carbono de la industria, promoviendo prácticas más ecológicas y sostenibles. Y poniendo el foco en aquellas poblaciones más indefensas ante el cambio climático.
Gracias al ODS 17 establecemos Alianzas para Lograr Objetivos: La colaboración entre empresas, organizaciones y gobiernos es esencial para alcanzar los objetivos de la moda sostenible y generar un impacto positivo.
¿Qué organizaciones trabajan con los derechos humanos?
Queremos destacar la labor de organizaciones líderes que están dando pasos concretos para proteger y promover los derechos humanos en la industria de la moda:
El propósito de The Or Foundation nos inspira enormemente. Esta organización busca, desde Estados Unidos y Ghana, identificar y manifestar alternativas al modelo dominante de la moda. Unas que traigan prosperidad ecológica y que inspiren a l@s ciudadan@s a formar una relación con la moda que se extienda más allá de su papel como consumidor@s. Su objetivo es catalizar una economía circular basada en la justicia. Este trabajo incluye la ayuda inmediata a través de la acción directa sobre los derechos humanos y los abusos medioambientales, la programación educativa y la concienciación para cambiar las acciones individuales, y la investigación y la defensa institucional para dirigir las políticas y las inversiones.
SOKO Kenya se encarga de producir ropa de alta calidad y, a la vez, de mejorar la calidad de vida de sus empleados y de la comunidad. Creen que la ropa producida dentro de un ciclo de vida transparente, ético y sostenible tiene que ser una realidad en la industria de la moda. La comunidad de SOKO trabaja con personas a las que proporciona las habilidades necesarias para impulsar una mejora sostenible en sus vidas y salir de la pobreza. En su Academia de Costura aprenden los conocimientos necesarios para estar en mejores condiciones de conseguir un empleo en la fabricación de prendas de vestir. Su equipo de formador@s también imparte formación sobre conocimientos financieros, informática básica, salud y derechos sexuales y reproductivos. A lo largo de los años, han impulsado mejoras sostenibles en las vidas de más de 2.000 personas.
¿Qué hacen los derechos humanos en una empresa?
Al adoptar una perspectiva centrada en los derechos humanos se contribuye positivamente al cambio global que la industria de la moda necesita.
Las empresas que adoptan medidas concretas para proteger y respetar los derechos humanos no sólo fortalecen su relación con los empleados. También construyen un vínculo de confiabilidad con l@s consumidor@s conscientes. El respeto a los derechos humanos se traduce en una demanda creciente de productos éticos, contribuyendo así a un crecimiento económico sostenible.
La moda sostenible no es simplemente una tendencia de la industria, sino un compromiso arraigado con la humanidad. Debemos empoderarnos y empezar a exigir este tipo de prácticas. ¡Únete a la r-EVOLUCIÓN de la moda sostenible!
